Lorquí

Premio Mejor Pueblo Sostenible

Lorquí, es un municipio unido a la huerta en su historia y tradición. Un pueblo de la Vega Media bañado por el río Segura que mantiene vivos los vestigios de ese pasado huertano. Pasado huertano que el visitante identifica a su llegada, pues aún hoy se mantienen diseminadas por todo el término municipal pequeñas huertas que proveen de productos típicos a muchas familias de la zona.

Ese paisaje huertano podría tener su máxima expresión en las dos magnificas norias que se conservan, de las doce con las que llego a contar el municipio, y que suponen un importante atractivo turístico. Una de ellas, recuperada hoy para su funcionamiento, se levanta en pleno casco urbano, al final de la calle Noria, y nos recibe, a los visitantes, a nuestra entrada al pueblo.

De la más conocida, la del ‘Tío Rapao’, denominada así por ser este el apodo de su custodio durante muchos años, hay constancia documentada de su existencia desde el siglo XVIII, aunque se cree anterior. Ambas están declaradas Bien de Interés Cultural.

Pero además, este carácter huertano supuso que el desarrollo económico del pueblo en el siglo XX estuviese marcado por la proliferación de industrias conserveras, hoy menos numerosas pero todavía existentes, que dejaron su impronta en las chimeneas que salpican el casco urbano, siendo testigos mudos de este pasado industrial.

Cinco son las construcciones que podemos admirar en el municipio, tres de ellas en el casco urbano. Construidas a base de ladrillo y con decoración neomudéjar, cuatro son de planta circular y una de planta cuadrada.

Éstas, las chimeneas, junto a los característicos cabezos de Lorquí, personalizan el paisaje del pueblo y le dan un perfil muy característico. Un ‘skyline’ lleno de accidentes que sobresalen de su horizonte.

Producto de esta particular orografía, el municipio cuenta con varios Cabezos, a los que subiremos en nuestra visita, puesto que proporcionan fantásticos miradores desde los que contemplar toda la Vega Media y sus puestas de sol.

Uno de ellos, el Cabezo de Escipión, ubicado en el núcleo urbano, debe su nombre a la leyenda que cuenta que es allí donde Escipión fue cercado y herido de muerte por las tropas cartaginesas de Asdrúbal en el año 221 a. C. El Cabezo de la Ermita, por su parte, es el punto más alto del casco urbano, y tiene esta nomenclatura debido al pequeño templo que se ubicaba allí como última estación de un vía crucis.

Es desde este punto, desde donde mejor se contempla Lorquí, un pueblo compuesto por paisajes de contraste que van, desde las huertas, que ya hemos mencionado, a las zonas áridas y secas del Saladar y Los Montes Blancos, un espacio protegido.

El río también aporta al municipio un espacio para los amantes de la naturaleza. La Mota del Río, por donde pasear, ya sea andando o en bicicleta, e incluso disfrutar del camino hacia Caravaca de la Cruz para descubrir la flora y fauna autóctona.

Bajando de los Cabezos, tras contemplar el paisaje, y precisamente debido a esta particular orografía, los visitantes nos podemos encontrar con las numerosas casas cueva, excavadas en la roca, que aún hoy están llenas de historia y vida. Viviendas que por su valor histórico, artístico y etnológico están protegidas por la administración y suponen uno de los encantos más apreciados por los visitantes.

Algunas de ellas se han convertido en auténticos museos llenos de objetos que cuentan nuestra historia a través de nuestras tradiciones y costumbres; otras han adaptado su espacio a nuevos atractivos turísticos para ser escenario de espectáculos, música y encuentros; y muchas son viviendas, que aprovechan su agradable temperatura en verano y las singulares chimeneas en invierno.

Pero Lorquí también es un pueblo que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos generando modernos espacios y zonas empresariales que dan cabida tanto a punteras empresas de la Región como a propuestas independientes y proyectos emergentes que eligen nuestro municipio por sus fantásticas conexiones y comunicaciones por carretera.

En los últimos años, Lorquí viene trabajando, a través de importantes proyectos de recuperación y rehabilitación, en la puesta en valor de este rico patrimonio siguiendo la línea de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la lucha contra el cambio climático y un urbanismo sostenible y amigable con el ciudadano. Que han convertido al municipio en referente a nivel nacional e internacional en esta integración entre patrimonio y sostenibilidad.

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