Santa Brígida es un municipio de las medianías de Gran Canaria. Es una Villa llena de encanto situada a 12 kilómetros de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, con paisajes de gran belleza natural, un casco antiguo para perderse paseando y una gastronomía típica del mundo rural canario. Santa Brígida es historia, paisajes, naturaleza y cultura. Un legado tan preciado que permite a sus visitantes entender mejor el territorio en función de sus valores patrimoniales a través de una interpretación de la realidad del lugar, dando a conocer la cultura local.
Santa Brígida es un municipio vitivinícola. Hoy se están produciendo grandes vinos con uvas autóctonas y se están recuperando variedades antiguas. Los responsables de este resurgimiento son los viticultores, que con su apego a la tierra y su amor por la viticultura han conseguido que las viñas, casi centenarias en muchos casos, den buenos frutos, perpetuando así una tradición que hoy agradecen comensales que aprecian vinos de pequeños productores que elaboran un producto con armonía y de una manera sostenible. La zona tiene unas características propias que la hacen singular, como los suelos de picón, el microclima y la altitud, que sumado a la fertilidad del suelo volcánico aportan a los vinos de Santa Brígida unas propiedades características únicas. Aquí se hace todo artesanalmente, hay poca mecanización y se vendimia a mano.
Santa Brígida es un municipio enoturístico, el primero de la isla con mayor número de bodegas activas, actualmente ocho, y el que mayor patrimonio vitivinícola conserva. Además ha sido el primer municipio de Gran Canaria en adherirse a la única Ruta del Vino homologada oficialmente en el Archipiélago. Según datos de la última vendimia, fue el segundo municipio de la isla en producción de vinos con alrededor de 80.000 kilos de uva.
Santa Brígida ha consolidado noviembre como el mes del vino con un amplio programa de actividades que combina aspectos culturales y vitivinícolas, maridajes culturales con arte, música en directo, veladas, humor y diálogos con vino, relatos, catas... Un mes completo dedicado a la cultura con multitud de actividades en las que participan prestigiosos enólogos y sumilleres del país. Hay actividades para todos los gustos y repartidas por todo el término municipal.