Santa Úrsula

Santa Úrsula presenta una seña inmaterial de gran valor: su pasión por la cultura. Con el talento canario de referente, el municipio es reconocido por sus numerosas asociaciones musicales o culturales, festivales o eventos, en los que se trae al presente la marcada tradición canaria del municipio y sus vecinos y vecinas.
Entre los principales referentes culturales, destaca el evento musical SUMA (Santa Úrsula Música y Arte) Festival, cuyas cuatro ediciones han servido de espacio de encuentro intergeneracional y de escenario para artistas de reconocida trayectoria, así como sus múltiples talleres y actividades que acercan las disciplinas musicales y artísticas a la ciudadanía.

Además, ligado a la tradición religiosa de Santa Úrsula, cabe destacar la representación teatral ‘La Pasión’, cuya celebración viene realizándose desde el año 2008 y reúne a más de un centenar de participantes de todas las edades. Esta obra, que rinde tributo a uno de los relatos más conocidos de la historia de Jesucristo, forma parte del programa de actividades municipal planteado para Semana Santa.

Por último, el folclore mueve y conmueve el corazón de los santaursuleros y santaursuleras. Nueve agrupaciones musicales conforman la esencia y singularidad del pueblo y trasladan sus valores y costumbres generación tras generación.

Santa Úrsula fue uno de los principales municipios afectados por el incendio forestal de Tenerife que tuvo lugar en 2023. Esta catástrofe supuso un gran golpe para la riqueza natural del pueblo, provocando, incluso, la pérdida de la vivienda de una vecina.

Ahora, el Ayuntamiento trabaja para recuperar las zonas perdidas y el legado paisajístico mediante varias acciones. Los vecinos y vecinas, por ejemplo, cuentan con un punto de compostaje agrícola municipal, destinado a la creación de compost a través de restos de podas. Una acción con la que, además de colaborar en la reactivación del sector agrícola tras el incendio, se busca impulsar la economía circular, ya que el abono generado se proporciona a todas las personas del municipio que lo deseen usar en sus explotaciones agrarias.

Sin embargo, la singularidad del municipio se revela a través de su asombrosa diversidad y su capacidad innata de resiliencia. Los barrancos, robustos y ásperos, que alguna vez fueron refugio para numerosos guanches, encierran una crónica de tenacidad. En la franja costera persisten innumerables vestigios prehistóricos, preservados gracias a la dificultad de acceso a sus emplazamientos. El Paisaje Protegido de la Costa de Acentejo se alza como el punto de encuentro entre el mar y la tierra, destacando la fusión de horizontes que resalta la asombrosa belleza de nuestro patrimonio natural, resistente tanto a las llamas como al incansable golpe de las olas.

Entre los paisajes submarinos, destaca La Rapadura, un conjunto de imponentes edificios basálticos que reposan al pie de la región. Se desliza desde el acantilado de La Quinta y se precipita unos 120 metros hasta la superficie del mar. Bajo las aguas, el paisaje desciende abruptamente, descomponiéndose en masivos bloques prismáticos, columnas que se extienden a diferentes niveles o que se han desprendido para descansar apiladas en el lecho oceánico.

La ubicación y la configuración abrupta del terreno ofrece también unas vistas asombrosas que nos permiten disfrutar de la belleza del paisaje costero que nos regala Tenerife. Un ejemplo de ello es el Mirador de Taoro, situado en la zona de Tamaide, en el extremo oriental del municipio, delimitado por el barranco de El Pino. Desde este mirador se presentan impresionantes vistas del Valle de La Orotava, con la majestuosidad del Teide presidiendo el horizonte.

Se trata de un paisaje que se extiende desde la cumbre hasta la costa, permitiendo a los afortunados que lo visitan apreciar la misma belleza que cautivó al naturalista y explorador Humboldt.